Cuando comenzamos a descubrir el mundo fascinante en que el marketing se mueve hoy día, comenzamos a descubrir tres elementos que deben estar, si o si, presentes en cualquier estrategia empresarial. Me refiero, por sus siglas en ingles, al STP: Segmentation, Targeting, Positioning.
Comúnmente hablamos del término de Positioning (Posicionamiento) como el eje central de una estrategia de marketing. El problema se presenta porque nos olvidamos que sin la claridad con respecto a la segmentación y la focalización (targeting), es imposible poder acertar con un posicionamiento adecuado. Muchas empresas han sufrido en carne propia un posicionamiento inadecuado, debido a un desorden en su planteamiento estratégico del STP.
El desafío empresarial, consiste entonces, entre otras cosas:
- lograr determinar cual o cuales serán los segmentos que más nos interesan para potenciar nuestras ventajas competitivas
- dentro del segmento o segmentos escogidos determinar cuales son los sub-segmentos donde debemos enfocar el esfuerzo de mercadotecnia.
Teniendo claro la segmentación y la sub–segmentación, que no es mas que focalizarse, podremos determinar cual es el posicionamiento que deseamos lograr, enrielando a la organización y sus recursos hacia el cumplimiento de ese posicionamiento.
A posterior, deberemos medir si el posicionamiento percibido por el mercado se acerca a nuestro objetivo de posicionamiento, desarrollando los ajustes que correspondan, de ser necesarios.